¿TIENE FACULTADES EL EMPLEADOR DE EXIGIR A
SUS SUBORDINADOS QUÉ SE VACUNEN CONTRA EL CORONAVIRUS ANTE LA APARICIÓN DE LA (B.1.1.529):
VARIANTE PREOCUPANTE DEL SARS-COV-2 ?

Por el DR. EDUARDO GOLDSTEIN

Introducción.

I.- PRESENTACIÓN.

No es novedosa la alarma pública que ha generado el Coronavirus en todas su variables y actualmente con la cepa OMICRON1.Encaminado el estadio de la aparición y propagación a nivel mundial por la pandemia COVID – 19 (SARS-CoV-2) , que inevitablemente repercute en la vida social con sus respectivas singularidades en cada ámbito.

Específicamente en la economía y concomitantemente en el mundo del trabajo asociado a ella, sus efectos fueron negativos en el caso del empleo, lo que se sumó al trance que genera la invención y descubrimientos de las nuevas tecnologías.

Ambos aspectos como era esperable desplazanmano de obra humana, pero su tratamiento como es natural y obvio requiere distintos tratamientos.

Ahora bien, adentrándonos específicamente en los efectos del virus, el impacto sanitario que ha generado, ha obligado a las organizaciones internacionales y regionales de la salud, a los gobiernos, laboratorios y científicos, a luchar con celeridad para revertir en forma rápida y eficaz sus efectos aniquiladores.

La ciencia se abocó al estudio de encontrar algún antídoto apto para frenar y paliar el azote y el método que aparece como plausible para ello es la vacuna.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen tres vacunas contra la COVID-19 cuyo uso ha sido autorizado por algunos organismos de reglamentación nacionales. Ninguna ha recibido todavía la autorización EUL/PQ de la OMS.

Los Estados han desplegado innumerables acciones en ese sentido y nuestro país no ha sido ajeno a ello tomando medidas desde el área de la salud a la Seguridad Social para paliar los efectos corrosivos engendrados por esta calamidad.

Dado que Omicron ha sido designado como variante de preocupación, hay varias acciones que la OMS recomienda que los países emprendan, incluida la mejora de la vigilancia y la secuenciación de casos; compartir secuencias del genoma en bases de datos disponibles públicamente, como GISAID; notificación de casos iniciales o conglomerados a la OMS; realizar investigaciones de campo y evaluaciones de laboratorio para comprender mejor si Omicron tiene diferentes características de transmisión o enfermedad, o si afecta la efectividad de las vacunas, la terapia, el diagnóstico o las medidas sociales y de salud pública. Más detalles en el anuncio del 26 de Noviembre.

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Eduardo Goldstein

Eduardo Goldstein, Magíster en Derecho Orientación DTSS (FD-UR)
Profesor Adjunto DTSS, Abogacía, Notariado y RRLL (FD-UR)

Las opiniones vertidas en el presente trabajo se realizan a título personal y no comprometen a las Instituciones referidas.